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Actualidad de FICA-UGT País Valencià

26 Agosto 2010

Las medidas de ajuste del Gobierno ponen en jaque la recuperación de la economía y el empleo

Los datos de Contabilidad Nacional son coyunturales y no pueden considerarse un cambio de tendencia en la recuperación económica

Según los datos de Contabilidad Nacional publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística la economía española registró un decrecimiento interanual del 0,1%, un punto y dos décimas inferior al del periodo anterior, moderando su contracción por cuarto trimestre consecutivo y situando la tasa de variación intertrimestral en el 0,2%, una décima por encima del último dato publicado. UGT considera necesario recordar que estos datos se deben a elementos coyunturales como la subida del IVA sin que esto pueda considerarse un cambio de tendencia en la recuperación económica. Para el sindicato las soluciones a la crisis no deben tener como objetivo único y prioritario la reducción del déficit y el cumplimiento del Plan de Estabilidad y Crecimiento, sino la recuperación del crecimiento económico y del empleo. Las medidas de ajuste adoptadas por el Gobierno, (que responden a las exigencias neoliberales de instituciones como el BCE, el ECOFIN o el FMI), son socialmente injustas, porque atacan a las rentas medias y bajas (empleados públicos, pensionistas y personas dependientes), y además, contraproducentes porque debilitarán la capacidad de crecimiento económico, la generación de empleo y el bienestar de los ciudadanos.

Según los últimos datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística, relativos a la Contabilidad Nacional Trimestral del segundo trimestre de 2010, la economía española registró un decrecimiento interanual del 0,1%, un punto y dos décimas inferior al del periodo anterior, moderando con ello su contracción por cuarto trimestre consecutivo. Por su parte, la tasa de variación intertrimestral se situó en el 0,2%, una décima por encima del último dato publicado.

Tanto la Unión Europea como la Zona Euro presentan crecimientos interanuales positivos similares este segundo trimestre (1,7%) derivados de los comportamientos favorables de la mayoría de sus economías. La contribución al PIB de la demanda nacional sigue siendo negativa, aunque se modera desde los -2,8 a los -0,5 puntos. Por el contrario, la demanda externa sigue reduciendo su aportación, y pasa de de contribuir con 1,5 puntos a hacerlo con 0,4.

La mejora de la contribución de la demanda nacional es debida al comportamiento que ha tenido en este trimestre tanto el gasto en consumo final de los hogares, que pasa del -0,3% al 2,0%, como la formación bruta de capital fijo, que de caer un -10,5% pasa al -7,0%. El consumo final de los hogares se ve beneficiado por la anticipación de las compras ante el incremento del IVA a partir del tercer trimestre. Por su parte, la formación bruto de capital fijo continúa aminorando su decrecimiento por el mejor comportamiento de los bienes de equipo y a la mejora en la inversión de otros productos.

En lo que respecta a la demanda exterior neta, su aportación al crecimiento se ha reducido desde los 1,5 puntos hasta los 0,4, debido a la aceleración más intensa de las importaciones durante este trimestre. Si nos detenemos en el PIB por el lado de la oferta, se observan comportamientos contrapuestos en las diferentes ramas de actividad. Mientras que por vez primera desde que se desató la crisis, las ramas industriales y de los servicios registran tasas de crecimiento positivas, la agricultura y de la construcción todavía registran variaciones interanuales negativas.

El valor añadido bruto de las ramas industriales acelera su crecimiento en este trimestre, desde el -1,9% hasta el 1,8%, de manera coherente con la evolución, tanto de la producción industrial, como de los consumos intermedios de estas actividades, con una mayor intensidad en el caso de las manufacturas. Por su parte, el valor añadido bruto de la construcción acelera una décima su contracción, situándose en el -6,4%, como resultado de la situación más desfavorable de la obra en infraestructuras y la edificación no residencial.

La actividad de los servicios registra un crecimiento positivo en este trimestre, por vez primera desde hace año y medio. El comportamiento más dinámico continúa siendo el de las ramas del comercio, especialmente en lo que se refiere a las ventas de automóviles y motocicletas. Por el contrario, las actividades de las tecnologías de la información y las comunicaciones, así como los servicios a empresas y auxiliares, continúan registrando variaciones interanuales negativas.

En cuanto al empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, se modera su caída al pasar del -3,7% que registró en el cuarto trimestre al -2,5%. En términos absolutos, esta reducción supone la pérdida de casi 450.000 empleos netos a tiempo completo en un año. A nivel agregado, las ramas industriales y de los servicios de mercado registran decrecimientos menos intensos en este trimestre.

Si medimos el PIB a través de la distribución primaria de las rentas, comprobamos como la remuneración de los asalariados reduce un punto su crecimiento negativo del -2,0% al -1,0%, como consecuencia de la atenuación en la caída del número de asalariados (del -3,7% al -2,4%), compensada parcialmente por la desaceleración de la remuneración media (del 1,8% al 1,4%). El coste laboral unitario, por su parte, decrece a un rito de -1,0%, tres décimas menos que el periodo anterior. El excedente bruto de explotación y la renta mixta decrecen al -2,9%, frente al 0,0% del trimestre anterior.

En resumen, según los últimos datos publicados hoy por el INE, la economía española vuelve a crecer en términos intertrimestrales, aunque débilmente. Este resultado supone que la caída de la economía en términos anuales se modere hasta alcanzar el -0,1%. Ahora bien, si analizamos las causas que han dado lugar a la evolución no tan desfavorable de los distintos componentes del PIB, tanto por el lado de la oferta como por el lado de la demanda, así como de las rentas, se observa que son meramente coyunturales (como el anticipo de compras e inversiones ante la inminente subida de IVA).

Además, hay que tener en cuenta que estos datos no reflejan las desfavorables consecuencias tanto para la economía como para el empleo, y para las rentas de los hogares españoles, que previsiblemente se van a derivar de las medidas adoptadas por el Real Decreto-ley 8/2010, aprobadas el pasado mes de mayo, así como de otras actuaciones que está llevando a cabo el Gobierno; ejemplo de ello es la restricción en cuanto el número de personas beneficiarias de los 426 euros del Programa de Protección por Desempleo e Inserción, aprobada esta misma semana.

CONCLUSIONES

En el actual contexto económico y laboral, las medidas de ajuste adoptadas por el Consejo de Ministros el pasado 20 de mayo contenidas en el Real Decreto-ley 8/2010 ponen en jaque la recuperación de la economía en nuestro país y consecuentemente del empleo. Además de suponer un giro brusco en la política fiscal expansiva llevada a cabo por el Ejecutivo desde que se desató la crisis y de quebrar la legitimidad del Diálogo Social, las medidas afectan gravemente al gasto social y a la inversión productiva de nuestro país.

Se trata de una propuesta socialmente injusta, porque ataca a las rentas medias y bajas (empleados públicos, pensionistas y personas dependientes) y al conjunto de los sectores más perjudicados, y contraproducente, porque va en contra de la recuperación económica y, por ende, de la recuperación del empleo. Y además, renuncia a cualquier medida fiscal vía ingresos, que conseguiría un reparto más justo del esfuerzo solidario para salir de la crisis.

Las soluciones a la crisis de la economía y del empleo no deben tener como objetivo único y prioritario la reducción del déficit y el cumplimiento del Plan de Estabilidad y Crecimiento, sino la recuperación del crecimiento económico y del empleo, clave fundamental para la reducción de déficit.
Conviene recordar que no todo el gasto que origina el déficit se puede considerar en los mismos términos: hay que separar el gasto corriente del gasto en inversión pública. El recorte en inversiones públicas afectará gravemente al sistema productivo y a la productividad, dado que afectan a las infraestructuras básicas que sustentan el tejido productivo y la cohesión territorial, facilitan los intercambios de bienes y servicios en nuestro país y contribuyen a la mejora de la competitividad de nuestras empresas.

Desde UGT creemos necesario seguir utilizando la política fiscal expansiva, mediante inversión pública productiva, que aumente el capital físico y tecnológico y que sirva de palanca para estimular la inversión privada. La reducción de la inversión pública retrasará la recuperación y tendrá efectos negativos automáticos sobre el empleo.

Por otro lado, la obsesión europea por combatir el déficit en defensa de la moneda común no está sirviendo para frenar la estrategia especulativa de los mercados y ese esfuerzo está perjudicando, además, a muchos Estados miembros, como es el caso de España. Por ello, hay que darle la vuelta al Pacto de Estabilidad y Crecimiento: hay que impulsar un Pacto de Crecimiento, Empleo y Cambio de Modelo Productivo que se traslade a la estabilidad presupuestaria.

Si en las instituciones mundiales y europeas sólo se consideran creíbles las políticas que recortan los gastos sociales, recortan los sistemas de pensiones y los derechos de los trabajadores a través de reformas laborales como la impuesta por el Gobierno y aprobada ayer en el Senado, y en definitiva, minan el crecimiento económico y la estabilidad social, es que estamos ante unas instituciones que dan prioridad a los mercados de capitales y a los movimientos especulativos. Relegando la Europa social, ni se refuerza la capacidad de crecimiento económico y de generación de empleo, ni se mejora el bienestar de los ciudadanos.

Y si en este país el Gobierno sigue sin sumar voluntades y sin dialogar con todos los responsables del devenir económico y laboral, la idea de una España próspera, decente y eficiente que pretendía impulsar el Presidente del Gobierno según lo anunciado en su último discurso de investidura, quedará muy lejos de hacerse realidad. El cambio de rumbo del Gobierno plegándose a las exigencias neoliberales de instituciones como el Banco Central Europeo, el ECOFIN o el Fondo Monetario Internacional, que cargan el peso de la crisis sobre los trabajadores, han generado el rechazo social a las medidas adoptadas, así como la convocatoria de una huelga general el próximo 29 de septiembre frente al plan de ajuste y la reforma laboral.


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