UGT considera que los datos de la Contabilidad Nacional son una muestra más del fracaso de la política económica del Gobierno, que prioriza la lucha contra el déficit, frente a la recuperación económica y el empleo. Así, la reforma laboral y los planes de ajuste, basados en recortes salariales y sociales, unido a la falta de inversión pública y la retirada de estímulos fiscales lastran nuestra economía y debilitan a los trabajadores, y a su vez un empleo debilitado repercute gravemente sobre nuestra economía.
Frente a este laberinto, UGT demanda recuperar medidas de estímulo y de inversión para incentivar la actividad y el empleo, un reparto más equitativo de los costes de la crisis y la puesta en marcha de un sistema fiscal progresivo, recuperando figuras tributarias como los Impuestos de Patrimonio y Sucesiones. El objetivo es lograr un crecimiento económico, duradero y equilibrado, construido sobre la base de un Estado de Bienestar que persiga la cohesión social y la mejora del empleo de calidad. Para defender este Estado Social nos continuaremos movilizando los próximos 15 y 18 de diciembre.
Los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística relativos a la Contabilidad Nacional Trimestral del tercer trimestre de 2010, confirma el avance del pasado día 11 de noviembre. La economía española registró un crecimiento interanual del 0,2%, dos puntos por encima al del periodo anterior, de forma que, por primera vez desde el tercer trimestre de 2008, nuestra economía vuelve a registrar un crecimiento interanual positivo. Pero la tasa de variación intertrimestral se situó en el 0,0%, tres décimas menos que el trimestre anterior.
Tanto la Unión Europea-27 como la Zona Euro presentan crecimientos positivos similares este tercer trimestre (0,4%), y respecto al mismo trimestre de 2009, el PIB en la Zona Euro ha crecido un 1,9%, mientras que en la Unión Europea-27 lo ha hecho un 2,1%.
En nuestro país, la contribución al PIB de la demanda nacional sigue siendo negativa, aunque aumenta en medio punto, -0,3 a los -0,8 puntos. Por el contrario, la demanda externa incrementa siete décimas su contribución positiva al crecimiento agregado, de 0,3 a 1,0 puntos.
La evolución de la contribución de la demanda nacional es debida al comportamiento que ha tenido en este trimestre tanto el gasto en consumo final de los hogares, que cae desde el 2,2% al 1,4%, como la formación bruta de capital fijo, que de caer un -6,8% pasa al -7,0%. El gasto en consumo final de los hogares se desacelera debido al efecto conjunto de la eliminación de los estímulos fiscales al consumo, la desaparición del efecto de la anticipación de las compras como consecuencia del aumento del IVA, la ralentización de las compras debido a este incremento del IVA, y la continuada reducción de la remuneración de los asalariados, principal ingreso de las familias españolas. El gasto en consumo final de las Administraciones Públicas reduce dos décimas su crecimiento interanual, hasta el -0,1%, debido al recorte de las remuneraciones de los asalariados públicos. Por su parte, la formación bruta de capital fijo, también reduce dos décimas su crecimiento interanual, desde el -6,8% hasta el -0,7%, debido a que los bienes de equipo desaceleran su crecimiento positivo y a que la construcción sigue contrayéndose.
En lo que respecta a la demanda exterior neta, su aportación al crecimiento se ha incrementado siete décimas, pasando de 0,3 puntos a 1,0 puntos. Tanto las exportaciones como las importaciones de bienes y servicios se desaceleran en este trimestre, si bien de forma más intensa en el caso de las importaciones (del 9,3% al 3,9%).
Al analizar el PIB desde el lado de la oferta, se observan comportamientos diferentes en las diferentes ramas de actividad. Mientras que las ramas industriales y de los servicios registran tasas de crecimiento positivas, la agricultura y la construcción todavía registran variaciones interanuales negativas, y algo más intensas que el trimestre precedente.
El valor añadido bruto de las ramas industriales acelera moderadamente su crecimiento en este trimestre, desde el 2,0% hasta el 2,3%, debido a la moderación en el crecimiento de la industria manufacturera como consecuencia de la menor demanda de bienes de consumo (del 2,3% al 1,7%), si bien el valor añadido de las ramas energéticas aumenta su crecimiento hasta el 4,6%. Por su parte, el valor añadido bruto de la construcción acelera dos décimas su contracción, del -6,6% al -6,8%, como resultado de la situación más desfavorable de la obra en infraestructuras y la edificación no residencial.
La actividad de los servicios registra un crecimiento positivo en este trimestre, pasando del 0,4% al 0,9%, si bien existen comportamientos contrapuestos en sus dos componentes: los servicios de mercado incrementan su valor añadido, del 0,4% al 1,0%, mientras que los servicios no de mercado reducen el suyo a la mitad, desde el 0,6% al 0,3%.
En cuanto al empleo, medido en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, modera su caída en ocho décimas, pasando del -2,5% al -1,7%, lo que supone la pérdida de casi 295.000 empleos netos a tiempo completo en un año. A nivel agregado, como ya sucedió el trimestre anterior, las ramas industriales y de los servicios de mercado siguen registrando crecimientos negativos.
En cuanto a la distribución primaria de las rentas, la remuneración de los asalariados estabiliza su crecimiento negativo en el -0,9% como consecuencia de la menor caída del número de asalariados (del -2,4% al -1,3%), totalmente compensada por la desaceleración de la remuneración media por asalariado (del 1,5% al 0,5%). Así, el coste laboral por unidad de producto decrece un-1,4%, cuatro décimas menos que el período anterior. Por su parte, el excedente bruto de explotación y la renta mixta decrecen al -1,5%%, frente al -3,4% del trimestre anterior.
CONCLUSIONES
El actual contexto económico y laboral, ya está reflejando claramente los efectos de las medidas de ajuste impuestas por el Gobierno el pasado mes de mayo, contenidas en el Real Decreto-ley 8/2010; la precipitada retirada de los estímulos fiscales en el momento más inoportuno, ya tiene efectos en nuestra economía, y lo peor está por llegar. Y es que la persistencia de políticas fiscales restrictivas, que siguen renunciando a cualquier medida fiscal vía ingresos, y que no tienen otro objetivo que el de reducir el déficit público, se han convertido en un lastre para la recuperación de los niveles de actividad y de empleo en nuestro país. Además, la reforma laboral y los planes de ajuste basados en recortes salariales y drásticas caídas de la inversión pública, no hacen sino debilitar la posición de los trabajadores, y a algunos se les olvida que un empleo debilitado repercute gravemente sobre la economía.
Para UGT, y en cuanto a las políticas de demanda, las prioridades son acabar con destrucción de empleo y evitar que las altas tasas de paro se conviertan en estructurales, lo que requiere recuperar medidas de estímulo de la actividad económica hasta que las tasas de empleo se recuperen. Pero también hay que lograr un reparto equitativo de costes de recuperación, para que no recaiga sobre trabajadores y hogares todo el coste de la crisis, lo que exige la implantación de un sistema fiscal progresivo y la recuperación de determinadas figuras tributarias, como los impuesto de Patrimonio y Sucesiones.
Por su parte, las políticas de oferta deben tener como prioridad el cambio de modelo productivo, gracias a medidas que incentiven las inversiones públicas y privadas en educación, formación, I+D+i, calidad, medio ambiente, ahorro energético y política tecnológica. En definitiva, se trata de lograr un modelo productivo sostenible basado en un incremento de la productividad, una mejora de la competitividad y más y mejores empleos.
Desde UGT reiteramos que el fin último de la política económica del Gobierno no debe ni puede ser otro distinto al crecimiento económico, sea sostenido (para que no sufra los cambios cíclicos de la coyuntura económica con la actual virulencia), duradero (para que permita planificar hacia el futuro y crear la confianza necesaria para las generaciones futuras) y equilibrado (en la distribución de la renta, presente y futura).
Este crecimiento debe estar construido sobre la base de un Estado de Bienestar que persiga la cohesión social y la mejora del empleo de calidad a corto y a largo plazo, a través de un reparto más justo del esfuerzo solidario para salir de la crisis. Y de ahí el sentido de la nueva jornada de movilización europea convocada para el próximo 15 de diciembre y de las manifestaciones convocadas en todo el país para el 18 de diciembre, con el fin de defender nuestras alternativas sindicales para recuperar nuestros derechos y defender el Estado Social, frente a una política económica y social del gobierno, que no hace sino entorpecer la salida de la recesión en términos de actividad y empleo, y que sólo consigue frenar la recuperación económica. Ni más, ni menos que eso.
Apoyo unánime a las propuestas de UGT frente al ERE planteado por Ford
UGT denuncia el despido del Delegado Sindical en la Empresa de COLOROBBIA y convocará movilizaciones
Se inicia el abono de los atrasos para la equiparación salarial en SITVAL
Firmado el Convenio del Azulejo de la Comunidad Valenciana tras alcanzar un buen acuerdo
Seguimiento del 90% en la segunda jornada de huelga en el sector del azulejo
Éxito de seguimiento de la huelga en el sector del azulejo de la Comunitat Valenciana
Concentración de los trabajadores del azulejo en la inauguración de Cevimasa