El 11/4/1924, se constituye la sociedad, y el 12/6/1925 se inauguran oficialmente los astilleros, de la Unión Naval de Levante iniciando una larga trayectoria de actividad industrial, y reivindicaciones sociales, truncado este camino por Vicente Boluda tras el anuncio del cierre del astillero.

La ciudad de Valencia pierde el único astillero de gran tonelaje que tenia, dejando un gran vacío en los barrios marineros de la ciudad, las instalaciones del Grao, eran mas que una fabrica, allí convivían y trabajaban muchas generaciones de la mismas familias, y los trabajadores se contaban por miles. La Unión Naval era como una gran matriarca que cuidaba de los trabajadores del Maritimo. Barrios que se engalanaban para ver las botaduras, que padecían con las huelgas y los encierros y que sufrieron el terrible horror del accidente del Proof Spirit´, el peor siniestro laboral en la historia de los astilleros españoles, una explosión mató a 18 trabajadores, el 3 de julio de 1997.

El naviero Vicente Boluda compró el astillero de Valencia y el de Barcelona en la década de los noventa a precio de saldo al entonces Banco Santander Central Hispano (BSCH) a cambio de endosar la deuda a una sociedad instrumental. En ese momento el astillero paso a llamarse Unión Naval Valencia, y la actividad industrial derivó a la construcción de remolcadores y gabarras, compaginado pedidos para el exterior con pedidos para el propio Vicente Boluda. En su afán de expandirse el Grupo Boluda compro un astillero de reparaciones en Marsella, que resulto ser una operación desastrosa, tuvo que clausurar el astillero y esto fue el principio del fin de los astilleros de Vicente Boluda, hace dos años Boluda cerró su astillero de Barcelona (Unión Naval Barcelona), y ahora va hacer lo mismo con el de Valencia (Unión Naval Valencia).

Aunque los motivos de los cierres puedan parecer diferentes, todos guardan similitud: Una pésima gestión (palmeros mas que gestores). Envejecimiento de las instalaciones, debido a la nula inversión en los tiempos de bonanza. Lo apetecible del terreno, en Barcelona se cerró a pesar de tener una considerable cartera de pedidos y en Valencia no es nada nuevo el interés de Rita Barbera en hacer su Marina en los terrenos del astillero y el interés del PAV en la zona de atraques para grandes cruceros. En Valencia además hay que incluir la nula implicación actual del Gobierno Valenciano, ya que otros gobiernos autónomos como Galicia, logran conseguir contratos para sus astilleros, sin olvidar la suspensión del Tax Lease (sistema de bonificaciones tributarias), que ha conseguido paralizar la fabricación de barcos en los astilleros españoles. El expediente de la Comisión Europea (CE) contra España por el tax lease se abrió precisamente tras una denuncia de Holanda, secundada por otros seis países.

El cierre de Unión Naval Valencia se hará con un expediente de regulación de empleo (ERE) para extinguir los 81 puestos de trabajo directos (además emplea a una unas 300 personas a través de subcontratas), a través de prejubilaciones y despidos forzosos, con las ayudas provenientes del fondo de reestructuración del sector naval, la empresa financiara el ERE.

El presidente de Unión Naval Valencia, del grupo Boluda, y de la Asociación Valenciana de Empresarios, Vicente Boluda, tiene intención de mantener la actividad de reparación y mantenimiento de barcos, con lo que no tiene previsto abandonar la concesión del puerto de Valencia que termina el 14 de diciembre de 2027
Ante estas intenciones debemos rechazar los despidos, apostando por la continuidad de los trabajadores en los nuevos proyectos de reparación y mantenimiento de barcos, compaginándolos con ERES temporales, a la espera de la resolución de Bruselas sobre el nuevo Tax Lease presentado,
También mostramos nuestro rechazo al inmoral y vergonzoso reparto de las ayudas que quiere hacer la empresa.

En fin la fabrica del sueño dice adiós y esta en nuestras manos y en las de Vicente Boluda, que ese sueño no se vuelva pesadilla para todos.