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28 Junio 2012

MCA-UGT PV analiza la situación económica y social en su V Comité Nacional Ordinario

Reunido en Valencia el día 28 de junio de 2012, el V Comité Nacional de Metal, Construcción y Afines, Federación de Industria, adoptando la siguiente resolución:

 

1.- El Comité Nacional analizó el informe de situación expuesto por el Secretario General, Ismael Sáez, en nombre de la Comisión Ejecutiva Nacional, abordando entre otros los siguientes temas:

La Reforma Laboral impuesta por el Partido Popular, al margen de los acuerdos interconfederales que tanto se nos conminó a alcanzar, supone el mayor retroceso en los derechos de los trabajadores y trabajadoras españolas desde el inicio de la transición española. Así mismo, se trata de la ruptura del modelo de relaciones laborales que el sistema de negociación colectiva ha supuesto hasta la fecha, vaciando de capacidad normativa los convenios colectivos sectoriales y fomentando en las empresas las relaciones de carácter individual.

Una modificación legislativa de esta trascendencia, llevada a cabo con el más absoluto desprecio a la autonomía de las partes, que burla el contenido del II AINC, el pacto de estructura en el sector estatal del Metal y el convenio colectivo estatal de la construcción, estos dos últimos suscritos por nuestra Federación, llevó a las dos Confederaciones sindicales, UGT y Comisiones Obreras, a la convocatoria de una huelga general el pasado 29 de marzo de 2012.

Esta convocatoria de huelga general tuvo un primer efecto en la ciudadanía al producir un evidente desgaste en su confianza respecto del partido en el Gobierno, de tal manera que en las elecciones autonómicas andaluzas, previas a la jornada de huelga, las expectativas de obtener la mayoría absoluta por parte del PP, que vaticinaban todas las encuestas, se vio clara y afortunadamente frustrada.

En poco menos de tres meses de gobierno, la pérdida de caudal de votos y confianza provocado por la reforma laboral, la huelga general y los flagrantes incumplimientos del partido en el Gobierno respecto del programa con el que concurrieron a las elecciones generales, ha sido de tal magnitud que constituyen un record de descrédito no conocido.

La huelga general supuso un éxito de participación en la mayoría de nuestros sectores industriales. Es claro que la respuesta de los trabajadores y trabajadoras valencianas a esta convocatoria de huelga fue muy superior a la experimentada en la anterior huelga general.

Conviene destacar, en todo caso, que la participación de la ciudadanía en las manifestaciones realizadas en la misma jornada de huelga fueron masivas, alcanzándose cifras que superan con mucho convocatorias anteriores, con cientos de miles de manifestantes en las distintas capitales de provincia españolas. Por tanto, el respaldo a la contestación sindical contra la reforma laboral y las políticas del PP se puede calificar, sin triunfalismos, de multitudinaria.

Este indudable éxito de movilización se ha venido manteniendo en los últimos meses, en los que en defensa de los servicios públicos, contra las políticas de recorte y por un reparto más justo de los costes de la crisis, el movimiento sindical se ha venido manifestando de manera constante.

Todos los esfuerzos realizados, todos los recortes impuestos, todas las promesas electorales incumplidas no han servido para calmar la voracidad de los mercados financieros. Desde el mes de mayo de 2010, en el que el entonces Gobierno del PSOE decidió dar un giro en su política económica para cumplir las exigencias de una Europa de derechas que ponía el acento únicamente en el control del déficit público, la prima de riego no ha parado de crecer. Hemos pasado de los 200 puntos básicos a más de 500, con lo que queda en evidencia el error de un planteamiento político que está sumiendo a la ciudadanía europea en una gran depresión económica y social. Hacer más Europa, ceder soberanía, mutualizar la deuda pública con eurobonos, otorgar al BCE un papel de defensa de la moneda única son las decisiones que se deben tomar si queremos salir de esta situación, parar a los especuladores y recuperar la senda del crecimiento.

Este hartazgo se está llevando por delante a los distintos Gobiernos de la Unión, en el caso francés, ha instalado en el Eliseo al partido socialista, que con un programa que apuesta por el crecimiento frente a la pura austeridad y un discurso que defiende más Europa, empieza a dibujar un mapa de esperanza en el deprimido panorama europeo.
Sin embargo, no todo son expectativas electorales positivas, la grave crisis y, sobre todo, la falta de alternativas, está produciendo un escoramiento del voto a posiciones radicales antidemocráticas con un repunte preocupante de los partidos nacionalistas de ultraderecha en países como Grecia.

Por último y en relación con la situación económica, lamentar que el Gobierno español haya tenido que acudir al rescate europeo de nuestro sistema financiero, pero especialmente conviene denunciar el triste espectáculo que ha dado el presidente Rajoy en sus explicaciones públicas sobre el contenido del rescate, al que se ha venido negando en llamar así, y sus consecuencias sobre el conjunto de la ciudadanía.

El desastre de nuestro sistema financiero obedece, además de a la burbuja inmobiliaria, a políticas de clientelismo del que en nuestra Comunidad Valenciana hay sobrados ejemplos, de manera tal que tenemos el Banco de Valencia, la CAM y Bancaja (ahora Bankia) intervenidas.
La tramitación parlamentaria de la Reforma Laboral como proyecto de Ley, es un episodio más, aunque especialmente grave, en la escalada de recortes que nos está llevando al precipicio del que dicen querernos alejar. Lejos de atender nuestras demandas en dicha tramitación, el PP y sus socios nacionalistas han endurecido el Decreto-Ley aumentando la flexibilidad de jornada y recortando el periodo de ultra-actividad de los convenios colectivos.

Estos hechos, en especial el relativo a la ultra-actividad, están suponiendo un duro golpe en el proceso de renovación de la negociación colectiva, impidiendo la posibilidad de alcanzar acuerdos con las correspondientes patronales y empresas que se sienten cómodas a la espera de que el simple transcurso del tiempo les haga el trabajo.

En nuestra Comunidad Autónoma los males generales se acrecientan. Tenemos uno de los mayores déficits del conjunto de las autonomías, la falta de solvencia de nuestras administraciones está suponiendo, además de constantes recortes y privatizaciones en sectores públicos esenciales para la ciudadanía como la sanidad, la educación o la dependencia, un lastre para miles de empresas que se ven abocadas al cierre por los impagos de la Generalitat.

Frente a este estado de cosas, el Comité nacional considera que debemos seguir haciendo frente a una política económica equivocada que lejos de dar solución al problema del paro lo acentúa, por ello y a pesar de las dificultades, debemos mantener las movilizaciones que en este ámbito se promuevan por la Confederación, la Federación Estatal y la Unión del País Valenciano. Así mismo debemos, dentro de la unidad de acción, preparar la organización para movilizar a los sectores que están inmersos en el proceso de negociación de sus convenios colectivos, dada la urgencia que la Reforma Laboral nos impone con el recorte en la ultra-actividad.

2.- El Comité Nacional fue informado de la situación de la negociación colectiva, tanto respecto de los convenios que negocia en el territorio de su competencia como en el conjunto del Estado. Se constató que todas las patronales están incumpliendo los convenios colectivos pactados, intentando forzar una renegociación. Este hecho, que no es nuevo, se ha producido ya en el 2011 en varios convenios estatales, como es el caso de la construcción, pero en la actualidad y con el respaldo que obtienen en sus tesis del Gobierno de la Nación, se ha generalizado en nuestra Comunidad Autónoma.

Los Convenios Colectivos ya vencidos que procede este año negociar son el del Azulejo, de ámbito autonómico, y el del Metal de la provincia de Valencia. En ambos casos la negociación está prácticamente paralizada, y en todos los convenios del Metal (Castellón, Valencia y Alicante) se han formalizado demandas de conflicto colectivo para exigir la revisión salarial pactada, y el incremento pactado en Alicante y Castellón.


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